Algunas retribuciones en especie están exentas en el IRPF de los perceptores, de forma que las empresas pueden utilizarlas para que éstos maximicen sus salarios netos o a la hora de ofrecer aumentos salariales (con estas retribuciones exentas, los empleados no soportan la retención que sí soportarían en caso de recibir esas sumas en metálico). Y algo parecido sucede con las aportaciones empresariales a los planes de pensiones de empresa: aunque los trabajadores deben computarlas en su IRPF, pueden aplicar una reducción que, en la práctica, tiene los mismos efectos que una exención fiscal.
En 2022 se han reducido las ventajas fiscales de los planes de pensiones individuales, pero se han potenciado las de los planes de empresa. Así:
Nuestro departamento fiscal le asesorará sobre la nueva fiscalidad de los planes de pensiones y la posibilidad de constituir un plan de empresa.