El crowdfunding (o financiación participativa) es una fórmula que sirve para poner en contacto empresas que necesitan financiación con inversores interesados en financiarlas. La inversión puede articularse mediante la concesión de un préstamo o la adquisición de acciones o participaciones.
En general, la empresa (promotor del proyecto) envía su propuesta a una plataforma de financiación (tecleando en el buscador de Google “plataforma crowdfunding”, se pueden encontrar distintas opciones). La plataforma estudia la propuesta y decide su publicación y promoción durante un tiempo determinado, de forma que los potenciales inversores aporten fondos. Si en el plazo estipulado no se llega a recaudar la cantidad prevista, la plataforma devuelve a los inversores sus aportaciones.
El crowdfunding ofrece mayores posibilidades al promotor (financiación vía préstamos o vía adquisición de valores) y puede resultar más económico que la financiación bancaria (desaparecen las comisiones de apertura y las comisiones por no disposición o por cancelación anticipada que suele aplicar la banca). Además, es ágil y seguro: todo el proceso se realiza a través de la plataforma online de forma cómoda y eficaz, sin la burocracia y formalidades de la financiación bancaria.