El albarán de entrega juega un importante papel en las relaciones comerciales, pues es una prueba de que la mercancía se ha entregado (o de que se ha prestado el servicio) y de que el comprador debe hacerse cargo del pago. En cambio, la factura es un documento emitido de forma unilateral, y por sí misma no prueba que el emisor haya cumplido con la entrega o servicio facturado.
En un caso reciente, los tribunales han exonerado a una empresa de pagar unos suministros de fruta que se le reclamaban, precisamente porque los albarenes no estaban firmados:
Para evitar estos riesgos, asegúrese siempre de que el comprador firma el albarán, y que en éste consta la fecha de entrega, el nombre del receptor y el sello de la empresa compradora.
Nuestro despacho le asesorará ante cualquier conflicto que se le plantee ante clientes o proveedores