Muchas empresas no disponen de presupuesto para aumentar el salario de sus empleados, pero en cambio quieren que la plantilla esté motivada. Pues bien, ofrecer determinadas retribuciones en especie puede ser una buena alternativa para conseguir ambos objetivos.
Así, cabe la posibilidad de proponer a los empleados cambiar parte de sus retribuciones dinerarias por retribuciones en especie. Por ejemplo, que un empleado que gana 30.000 euros en metálico cambie el tipo de retribución y pase a cobrar 27.500 euros en metálico y 2.500 euros en especie. La ventaja de este cambio está en la tributación:
En todo caso, la adhesión de los trabajadores a estos “planes de retribución flexible” es voluntaria (ya que supone un cambio de las condiciones laborales). Y tenga en cuenta también que las retribuciones en especie que satisfaga no podrán ser superiores al 30% de la retribución total del trabajador.
Nuestros profesionales le indicarán cómo conseguir que sus empleados tengan una mayor retribución neta sin que aumenten sus costes salariales