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Solicitar a los clientes que den su opinión es una práctica habitual y una buena forma de destacar sobre la competencia, pues las opiniones de otros clientes suelen hacer que los futuros compradores se acaben de decidir. Ahora bien, por ley, los propietarios de las plataformas online deben velar por el contenido veraz y lícito de sus sitios web:

• Competencia y consumo. Publicar reseñas falsas o pagar por obtener reseñas positivas de terceros se considera competencia desleal. En este sentido, se debe informar con garantías a las personas consumidoras sobre si las reseñas que aparecen en un portal han sido efectivamente realizadas por consumidores, así como sobre la manera en la que se procesan.
• Otra legislación. Además, en función del contenido de las reseñas, se podrían infringir otras regulaciones, como la normativa de protección de datos si se proporciona información privada de terceros. En este caso, su empresa debería proceder a borrar estos datos de inmediato o, de lo contrario, podría tener que responder.

Ahora bien, esta responsabilidad va en los dos sentidos. Por tanto, quien escribe la reseña también responderá si, por ejemplo, no se limita a mostrar su disconformidad con el servicio (algo que sería lícito) y también proporciona datos falsos sobre actividades ilícitas de la empresa o profiere injurias o calumnias que vulneran su honor. En estos casos, se le podrá reclamar y podría tener que pagar multas e indemnizaciones.  

Nuestros asesores le informarán sobre cómo establecer un sistema para vigilar y garantizar sus reseñas conforme a la legislación vigente y, en caso de recibir reseñas negativas, le indicarán si son legítimas o puede defenderse de ellas.