Existe dimisión cuando hay una voluntad unilateral del trabajador de renunciar al puesto de trabajo, sea de forma directa (mediante signos escritos u orales dirigidos al empresario) o tácita (mediante un comportamiento del cual cabe deducir esa intención extintiva). Por tanto:
Por ejemplo, un empleado no asistió al trabajo durante varios días seguidos, la empresa le requirió explicaciones y no respondió ni contactó con ningún compañero o superior, tras lo cual se descubrió que ya estaba prestando servicios para otra empresa. En este caso se apreciaba claramente que tenía la intención directa de abandonar el trabajo por su propia voluntad; por este motivo, se consideraría que ha habido una dimisión voluntaria.
No obstante, si la empresa no ve claro que el comportamiento de su empleado refleje una voluntad clara y expresa de no volver a trabajar en su empresa, debe hacer lo siguiente:
Nuestros profesionales le resolverán cualquier duda sobre el despido y la dimisión o baja voluntaria.