Cuando se vende una empresa, no es habitual que el precio se abone de una sola vez (sobre todo cuando se trata de importes elevados), sino que se suele pagar una parte al firmar la compraventa y, para el resto, se establecen plazos que dependen de ciertos hechos futuros. Pues bien, además de garantizar las cantidades aplazadas, es importante delimitar muy bien cuándo se entenderán alcanzados tales hitos y cómo y en qué condiciones se efectuará el pago.
Por tanto, lo primero que habrá que hacer será exigir garantías sobre la parte aplazada y, para mayor seguridad, pactar que el vendedor podrá rescatar el dinero una vez se cumplan las condiciones. De esta manera se evitará depender de que el comprador haga ninguna otra actuación, lo que eliminará retrasos o incumplimientos.
Por otro lado, al vendedor le interesa estar al corriente de la evolución de la empresa para confirmar que se cumplen los hitos marcados y dar instrucciones a quien custodie el dinero para que lo libere a su requerimiento. Por ejemplo:
Nuestros asesores analizarán la oferta de compra que haya recibido, redactarán los documentos necesarios para garantizar el cobro del precio aplazado y le ayudarán en la negociación velando por el buen fin de la operación.