Los trabajadores tienen derecho a ausentarse del trabajo por fuerza mayor cuando sea necesario por motivos urgentes relacionados con familiares o personas convivientes; en concreto, en caso de enfermedad o accidente que hagan indispensable su presencia inmediata:
Una situación de fuerza mayor debe interpretarse como una emergencia inmediata y puntual. Por tanto:
Ahora bien, si tras haber recogido al hijo éste sigue enfermo y durante los días siguientes el empleado se quiere acoger al permiso (alegando que la ley lo concede durante cuatro días al año), la empresa podrá oponerse. En ese caso la enfermedad ya no es una situación imprevisible ni urgente. Por tanto, el trabajador deberá acogerse a otro tipo de medidas. Por ejemplo, podrá consumir días de vacaciones, o gastar días para estos efectos si el convenio lo permite, o ausentarse comprometiéndose a recuperar las horas en el futuro.
Nuestros profesionales le informarán sobre cualquier duda sobre permisos retribuidos y conciliación de la vida personal y laboral.