La maquinación fraudulenta consiste en la ocultación maliciosa del domicilio de la parte demandada con una intención torticera; dejarla procesalmente indefensa. No sirve excusarse en desconocer los datos de su localización, aunque pueda ser cierto, si resulta fácil obtenerlos empleando una mínima diligencia.
Esta doctrina ha sido recientemente aplicada por el Tribunal Supremo que ha estimado el recurso de revisión de sentencia interpuesto por el padre de una menor que había sido demandado por la madre en un proceso para la adopción de medidas en favor de aquella.
El juicio, en el que se concedió a la madre la guarda y custodia de la niña y se impuso al padre una pensión para mantenerla, se celebró en situación de rebeldía (sin la comparecencia de la parte demandada), según el recurrente, porque la demandante ocultó maliciosamente los datos para ser localizado.
El TS ha recordado que es obligación legal de la parte demandante indicar al juzgado los datos útiles de que disponga para localizar a la parte demandada.
Se ha constatado que la demandante sabía que el padre vivía en Londres y conocía los datos de su lugar de residencia y el número de teléfono para poder localizarle; sin embargo, el recurrente no tuvo conocimiento hasta que la madre instó la ejecución de la sentencia para cobrar la pensión de alimentos que le había sido impuesta, y ello pese a haber estado en contacto con la madre por haber visitado a su hija en España en fechas posteriores, lo que evidencia su voluntad de ocultamiento.
El TS ha determinado devolver las actuaciones al juez para que resuelva en un proceso con todas las garantías.
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